jueves, 23 de agosto de 2007


EL HADA ENCARNADA

- El hada encarnada - Pintura original de Juan Bielsa
Pintura original de Juan Bielsa
Óleo sobre tabla
60'5 x 76 cm



PAREJAS

Creo que, en el fondo, mujeres y hombres aspiramos siempre a tener como referencia a una pareja a la que admirar y respetar, y que a su vez nos respete y admire.

Cuando alguien confía en nosotros y nos ama, estamos en condiciones de desplegar todo el abanico de nuestras potencialidades, a actuar con la dignidad y coherencia que merece la persona para la que significamos tanto, y que espera el mejor fruto de todo aquello de que somos capaces, porque desea fervientemente el bien mutuo.

¿Es posible vivir plenamente, para un hombre o mujer, sin un ser al que querer de forma adulta como pareja, como referencia? Yo creo que no, creo que el estado ideal es aquel en que la mujer admira íntimamente a "su" hombre, en el que el hombre admira íntimamente a "su" mujer. Todo ello con la confianza gozosa que otorga la verdadera querencia, sin actitudes posesivas o celosas, que son los venenos de toda relación.

Y sin embargo... No siempre es posible contar con esa pareja a la que admirar desde el territorio de nuestra libertad. Quizá no la hayamos encontrado, quizá nunca la hayamos inteligente y honestamente buscado. Quizá no tengamos a nuestro lado a alguien con quien abrir y compartir corazón y caricias. Y admiraciones.

Pero todos, con el esfuerzo necesario, podemos ser dignos de ser amados, dignos de que alguien pueda admirar nuestros esfuerzos para mejorar, o los pequeños tesoros que albergamos. En algún lugar puede soñar con alguien parecido a nosotros un bello ser. Sí, sí, también vestido con sus pequeños defectos, pero un hermoso ser humano con un corazón repleto de frescor y perfumes, lleno a rebosar de cariño, todo listo para compartir.

Y sin embargo, sin embargo... Quizá ese ser "real" no llegue nunca al umbral de nuestros días, quizá nuestros pasos resuenen por ciudades distintas y jamás se encuentren.

No, no, amor, nada está perdido, nada perdido. Porque también vive el amor en el país de la vida que fue, que es y que será, o en el de la historia viva, o en el país de la belleza y la creatividad, poblado de seres maravillosos que dieron o que dan amor con toda generosidad. Te dan su amor, desde lejos y desde cerca. Desde el propio centro de su alma, que tiene la misma naturaleza que la tuya.

Siempre podrá actuar como referente para un hombre la "dama" de sus sueños, un ser al que admirar y honrar, existente o que haya existido, como era usual entre antiguos trovadores provenzales, con su ideal de "amor lejano". Un ser que inspire altos objetivos de existencia, un ser al que ofrecer los regalos de una vida de valía y elegancia. Y siempre podrá existir para la mujer un hombre amado que anhele el frescor de su alma y los dones que brillan en su universo femenino, un hombre que catapulte potencialidades, un hombre tan próximo a ella como su mismo corazón, un hombre para pasear caminos llenos de luz como caricias.

Un ser al que admirar y al que querer, un ser que nos admire y que nos quiera. Es lo que buscamos, mujeres, hombres. Es el amor, con sus infinitas moradas y posibilidades.

Juan Bielsa

viernes, 17 de agosto de 2007

 

UN ARTE RENOVADO

En arte, pintar obras estrictamente realistas perdió sin duda buena parte de su sentido al perfeccionarse la fotografía.

Creo que lo mismo puede ocurrir con las obras estrictamente abstractas. La tecnología posee unos mecanismos fabulosos para ofrecernos miles y miles de magníficas creaciones donde la abstracción prima sobre cualquier otra consideración.

Sin embargo, el arte con mayúsculas siempre será necesario, el arte que no aspira a ser una simple copia de la realidad, o que no considera que su función sea exclusivamente actuar como un detonante para una rápida fruición estética, sin más.

El arte que revela lo esencial es urgente. El arte que va más allá de lo banal y lo superficial. Ese arte no se subordina a la engañosa realidad aparente, ni es un juego de luces-fenómenos igualmente vano.

Es urgente redefinir la función del arte contemporáneo. En un mundo donde sobrenadan un sinfín de naderías, un sinfín de propuestas que sólo añaden confusión a la vida, es urgente un arte que proclame un camino válido, una dirección silenciosa hacia la calma y hacia una realidad _profunda_ viable.

El auténtico arte siempre ha apuntado estéticamente, a través de las manos desnudas del artista, hacia una contemplación que descubre mundos más reales y bellos que el que habitamos; ofrece respuestas al absurdo y al caos a través de la concentración en una paz esencial, generadora de espacios y formas y colores sabiamente configurados. Se abren aquí nuevos planetas habitables, bellísimos universos que poblar, más reales y hospitalarios que los universos candentes o helados que contemplan los grandes telescopios.

Es urgente el despertar de un arte que despierte.

Juan Bielsa

 

viernes, 3 de agosto de 2007


P i n c e l a d a

En una pintura zen, un sólo trazo de tinta puede ser suficiente. Un trazo de tinta ejecutado con maestría puede contener un gesto y un mensaje del Espíritu. Una sóla pincelada puede inscribirse, amorosa, sobre el soporte de los fenómenos, puede iluminar días hoscos con un frescor femenino que respira desde el país del Misterio. Se escondió el ego-nube y emergió una luz que ama.

Una pincelada puede ser suficiente.

Suficientes pueden ser unas pocas palabras que hablan desde el fondo.

Suficiente es enfocar la vida en lo que más importa, en aquello que nos une a una Belleza que perdura. Suficiente saber distinguir los caminos que conducen a la vida de aquellos que se adentran en el odio.

Suficiente es sumergirse en un buen libro, suficiente recrear el alma en un paisaje, suficiente puede ser una canción que nos eleva y una danza que hace entrever lo eterno.

Suficiente puede ser una persona a la que amar y que nos ame. Suficiente si su bien es nuestro bien. Suficiente si mutuamente declaramos la libertad en nuestra unión, si mutuamente defendemos nuestra intimidad y todos sus espacios.

Suficientes son caricias que se entregan sinceras, con cariño, en este mundo helado.

Suficiente es una pincelada luminosa, una estrella ofreciendo la vía del corazón en el océano oscuro de las cosas.

Juan Bielsa